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Maria Rodríguez Delgado

"Porque donde hay dos o tres reunidos en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos."

Mateo 18:20

RECETA DE FE

Desde el 2004, Carmencita se encontraba orando por María Rodríguez e invitándola a la iglesia Casa de Restauración, Fe, Palabra y Presencia en Bayamón, Puerto Rico. Mientras esto sucedía María llevaba a su hija a las celebraciones, pero se quedaba en su auto esperando a que terminara la misma. Cada celebración escuchaba la palabra de Dios desde su vehículo.

Luego de nueve años de oración y muchas noches en el estacionamiento decidió entrar a la iglesia. Esa noche no hubo prédica, sino que presentaron una película y fue suficiente para que María hiciera la confesión de fe y comenzara a experimentar a Dios. Desde ese día comenzó a asistir fielmente.

Tiempo después durante sus horas laborables María comenzó a sentir un dolor en su brazo derecho, el cual le hizo pensar que tenía un problema en su corazón. De manera que, asistió a su médico y le solicitaron realizarse unos estudios, principalmente, la resonancia magnética (MRI). Luego, de varios meses de espera el 24 de febrero de 2013, la doctora citó a María y desconsideradamente dijo: “Tienes cáncer en la tiroides”. La palabra cáncer la tomó por sorpresa, nadie en su familia había padecido de esa enfermedad. Sin embargo, María respondió sin temor: “Y qué vamos a hacer”.

Tan pronto salió de la oficina médica realizó una llamada a Carmencita, quien era su amiga y se convirtió en su líder en la iglesia; ésta le sugirió ir a donde el padre espiritual de la iglesia, el Obispo José Padua. Dentro de su oficina se encontraba la Obispo Yolanda Padua, Carmencita y su esposo quienes se pusieron de acuerdo y oraron para que María recibiera la sanidad.

El obispo recomendó una receta de fe; declarar todos los días Isaías 53: 4-5: “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Desde ese día no hubo dudas de que Dios cumpliría su promesa de sanidad.”

En marzo de 2014 María tenía en agenda realizarse la operación a las 5:00 a.m. Su hermana al enterarse del horario rechazó acompañarla y le dijo: “Dile a Carmencita que te acompañe. A esa hora yo no voy.” Al finalizar la llamada y en llantos, María llamó a Carmencita y le explicó lo sucedido. Su líder, optimistamente, dijo: “Claro que sí, yo te acompañaré y mientras te están operando, yo estaré afuera orando por ti.”

María Rodríguez al transcurrir una semana ya se encontraba trabajando nuevamente y nunca perdió la voz. Desde el 2014 hasta hoy todos los resultados de cáncer en la tiroides son negativos. Ahora bien, día tras día lee y declara su receta de fe: “… el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”.